Sexualidad y cáncer

El cáncer y los tratamientos pueden afectar la sexualidad ya sea de forma directa o indirecta, sin embargo, este no es un tema que se aborde en la consulta con el oncólogo.

Silvina Valente, Directora de la Asociación Argentina de Sexualidad humana y del servicio de Sexología del Hospital de Clinicas «José de San Martín», nos explica cómo reencontrarnos con nuestra sexualidad y con el deseo a partir del diagnóstico.

Cuando la vida está en riesgo, la sexualidad aparece como algo secundario a tratar y la atención está puesta en los tratamientos, es por eso que los pacientes no hacen consultas sobre el tema y el médico tampoco da lugar al mismo. Sin embargo, la sexualidad como calidad de vida también es importante que se trate en la consulta y no dejarla de lado en el cáncer.

Si el oncólogo no aborda el tema, tenemos que buscar otros espacios para hablar de sexualidad con otros o con mi pareja. Y empezar nosotros a introducirnos en esta área. Muchas veces no tocamos el tema porque pensamos que no es una cuestión médica o que la vida prima, pero la verdad es que la sexualidad nos ayuda a vivir más y mejor. 

Silvina explica que la erotofilia, el estar bien predispuesto sexualmente, nos mejora o nos espacia las recaídas, nos mejora los niveles de natural killers, y la inmunidad celular, mejorando también la respuesta terciaria y cuaternaria al cáncer.

La sexualidad tanto como el ejercicio o la nutrición es lo que generalmente nos puede dar un beneficio secundario para mejorar la calidad de vida y transitar la enfermedad. Se debería recomendar ir a un especialista en sexualidad así como se recomienda tratamiento psicológico.

¿Qué se puede hacer frente a la falta de deseo sexual derivado del cáncer en si o por la alteración de la imagen corporal?

El impacto emocional de tener cáncer o la imagen corporal distorsionada pueden generar estados de ánimos deprimidos que afectan al deseo sexual. Cuando está con angustia, el placer no es tenido en cuenta. A la sexualidad vamos con el cuerpo y cuando no nos vemos lind@s o no nos sentimos erótic@s, nos despistamos y enfocamos la atención solo en el cuerpo y en lo que me falta. La realidad es que la inseguridad o la baja autoestima es algo que se trabaja y que no depende solo de la presencia del cáncer. Depende de la personalidad.

Por ello es importante que sepas, que la falta de deseo es un problema que se puede trabajar y tratar. Sin exigencias, siempre que quieras.

Cuando nos sentimos vulnerables y con baja autoestima o tristeza, Silvina nos enseña que tenemos que empezar a conectarnos con pequeños deseos. «El primer pequeño gran deseo es el deseo de vivir, y la sexualidad nos hace sentir, y cuando sentimos estamos vivos.»

Podemos empezar a mirarnos  y a reencontrarnos con ese cuerpo, a sacarse fotos de los lugares del cuerpo que más les gustan. «La sexualidad no es solo una lola, es todo el cuerpo, no es solo la cicatriz del abdomen o la colostomia, Es ir a un encuentro desde adentro, desde lo que siento.»  La cara, la oreja, los ojos, tambien son parte nuestra. La idea es empezar a reencontrarnos con nuestra nueva imagen. Empezar a tocarnos, a sentirnos y a sentir cosquillas. Sentir que nuestro cuerpo y nuestra piel siente, empezar por los lugares en los que estamos bien y sanos.

Si no me siento cómod@ con mi cuerpo, puedo ponerme una remera, no es necesario que vayamos desnudos al encuentro. 

La idea es no focalizar en la enfermedad o en lo que me sacaron, sino en nosotros como personas, en reencontrarse con uno y con el deseo y el primer deseo es el de vivir y la sexualidad es sentirnos vivos. Empezar a conectar con mi cuerpo, sentirlo y poder vivir el momento.

No tenemos que  sobrevalorar  el orgasmo ni la estética. Porque el encuentro sexual es un encuentro entre cuerpos que se divierten, que se encuentran. Vivir momento a momento, concentrados en lo que estamos sintiendo. Si me distraigo con pensamientos intrusivos como «estoy fe@, me falta algo”, podés notar este pensamiento y decirle «después te escucho, ahora estoy en otra» y volver a poner la atención en el encuentro.

Si te cuesta conectarte, es importante pedir ayuda ya que esto se puede trabajar.

Qué hacer frente al dolor o al miedo al dolor y el miedo de la pareja a poder lastimar.

Está  comprobado que la sexualidad mejora los dolores de tipo crónico. Afrontar la sexualidad ayuda a afrontar el dolor. Funciona como adyuvante para el analgésico.

Para la sequedad vaginal hay un montón de  lubricantes o también se puede usar aceite de oliva.

Con respecto a la pareja, es necesario tener una comunicación abierta y sincera y buscar un consenso.  Poder expresar los miedos sobre el acto y durante el mismo encuentro sexual es muy importante y favorece el encuentro. Recordemos también que la sexualidad no es solo coital. Podemos tocarnos, recorrer nuestros cuerpos, tener sexo oral, bañanos juntos, dormir abrazados. Tenemos que desginetalizar la sexualidad.

La sexualidad nos ayuda a vivir más y mejor, recordá buscar ayuda para poder conectarte con la misma aún en presencia del cáncer.

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