¿Cómo hacemos para esperar de la mejor manera posible?
Aprender a esperar es parte esencial del proceso para hacer frente a los tratamientos médicos. Esperar los resultados de los estudios, esperar los turnos médicos, esperar para realizar los trámites y seguir esperando hasta finalizar con todo el protocolo indicado.
En nuestra sociedad hoy en día impera lo inmediato, el pensamiento a corto plazo y la necesidad de tener el control y conocimiento de todo. Es por esto, que saber esperar se convierte en una actitud que debemos aprender a desarrollar de una forma activa y consciente.
La espera trae consigo la incertidumbre, no saber aquello de lo que se quiere tener conocimiento. El pensamiento de no poder tener control sobre ciertas cosas nos genera angustia, ansiedad, temor y sufrimiento.
La buena noticia, es que aunque haya cosas que no podemos controlar como el tiempo de las esperas, hay otras que sí podemos.
Podemos aprender a ejercitar la paciencia como una forma de protección para evitar el sufrimiento. El primer paso para tolerar la ansiedad e incertidumbre es hacerse compañero de las mismas, esto quiere decir no luchar contra ellas y no pretender la inmediatez, entendiendo que estos tiempos son parte de un largo proceso.
Tampoco debemos enojarnos ni pretender no sentir ansiedad o angustia frente a un resultado o una consulta médica ya que es totalmente esperable.
Lo que sí debemos tratar de hacer es que estos sentimientos no nos invadan por completo. Podemos utilizar este tiempo para ocuparnos de otros aspectos de nuestra vida, como aquellos que nos conectan con el bienestar. Puedo hacerme la siguiente pregunta:
Qué puedo hacer YO para que esta espera sea más agradable? Esto me va a permitir correr el foco de atención de la enfermedad. Puede ser hacia una actividad que tenga ganas de hacer y que no haya hecho hasta ahora, como encuentros con amigos o simples actividades cotidianas como cocinar, ver una buena película, disfrutar de un baño, una charla… cada uno puede encontrar qué actividad le genera bienestar.
Si vemos que igualmente la enfermedad y las preocupaciones por la misma nos invaden por completo el día , es hora de pedir ayuda. Entonces, tomemos conciencia que un poco de ansiedad y angustia es esperable pero no es necesario sufrir por ello. Hay profesionales especializados que pueden ayudarnos y acompañarnos.
En resumen, tratemos de recordar que si bien a veces podemos sentir que el cáncer nos invade por completo , también podemos manejar las emociones para disminuir la ansiedad y no sentirnos enteramente abrumados.
Se puede tratar la enfermedad como un aspecto más de la vida, recordemos que tenemos otras dimensiones de las que podemos ocuparnos y sobre todo saber que podemos transformar esos momentos de espera para atravesar la enfermedad de la mejor manera posible.

Estefania MArzik
Psicooncóloga Fund. Donde Quiero Estar
M.N: 50.817