Cáncer de cuello de útero

El cáncer cervical es el tercer tipo de cáncer más común en las mujeres.

Se origina en las células que revisten el cuello uterino, la parte inferior del útero (matriz). Este conecta el cuerpo del útero (la parte superior donde se desarrolla el feto) con la vagina (el canal por donde nace el bebé).

No está claro qué causa el cáncer cervical, pero es cierto que el virus del papiloma humano, (una infección de transmisión sexual), juega un papel importante.

Cuando uno se expone al virus del papiloma humano (HPV), el sistema inmunitario del cuerpo generalmente evita que el virus haga daño. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de mujeres el virus sobrevive durante años, contribuyendo al proceso que hace que algunas células del cuello uterino se conviertan en células cancerosas.

Por otro lado, la mayoría de las mujeres con el virus nunca desarrollan cáncer de cuello uterino. Esto significa que otros factores, como el entorno o estilo de vida, también determinan si desarrollarás cáncer.

El desarrollo del cáncer cervical generalmente es muy lento (pasan años) y comienza como afecciónes precancerosas llamadas neoplasia intraepitelial cervical (CIN), lesión intraepitelial escamosa (SIL) y displasia. Estas afecciónes se pueden detectar por medio de una citología vaginal permitiendo su cura.

Testimonio: Paula Carbó

Tipos de cáncer de cuello uterino

  • Carcinoma epidermoide: Este tipo de cáncer de cuello uterino comienza en las células delgadas y planas (células escamosas) que recubren la parte externa del cuello uterino, que se proyecta hacia la vagina. La mayoría de los cánceres de cuello uterino son carcinomas de células escamosas.
  •  Adenocarcinoma: Este tipo de cáncer de cuello uterino comienza en las células glandulares en forma de columna que recubren el canal cervical.

Algunas veces, ambos tipos de células están implicadas en el cáncer de cuello uterino. En muy raras ocasiones, el cáncer se presenta en otras células del cuello uterino.

  • Determinar el tipo de cáncer de cuello uterino que tenés, ayuda a determinar tu pronóstico y tratamiento.
  • El cáncer de cuello uterino es poco frecuente en las niñas.
  • Hay una vacuna para su prevención.

Detección temprana

Como ya se dijo anteriormente el cáncer cervical es de muy lento crecimiento, por lo tanto en un estadio temprano generalmente no produce signos ni síntomas.

Suele tomar varios años para que las células normales del cuello uterino se conviertan en células cancerosas. La médica/o puede encontrar células anormales haciendo una citología vaginal o Papanicolau (Pap) al examinar las células del cuello uterino. También, puede pedirle que se realice un examen de VPH. Si los resultados son anormales, usted necesitará una biopsia u otros exámenes. Dicho esto es importante el control ginecológico y hacerse exámenes con regularidad, ya que permitirá a su doctor encontrar y tratar cualquier problema antes que se convierta en cáncer.

Los signos y síntomas del cáncer de cuello uterino más avanzado y por los cuales hay que consultar incluyen:

• Sangrado vaginal después de las relaciones sexuales, entre períodos o después de la menopausia.

• Flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y tener un olor fétido.

• Dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales.

Para reducir tu riesgo de cáncer de cuello uterino, haz lo siguiente:

• Preguntale a tu médica/o acerca de la vacuna contra el virus del papiloma humano. Dentro del calendario de vacunación nacional se encuentra hace unos años la vacuna contra el HPV para niñas y niños de 11 años.

Recibir una vacuna para prevenir la infección por virus del papiloma humano puede reducir tu riesgo de cáncer de cuello uterino y otros cánceres relacionados con el virus del papiloma humano. Averigua con tu médica/o si la vacuna contra el virus del papiloma humano es apropiada para vos, ya que esta vacuna no protege a las mujeres que ya están infectadas por el VPH.

 

Hacete el Papanicolaou de rutina. Las pruebas de Papanicolaou pueden detectar afecciones precancerosas del cuello uterino, por lo que pueden ser monitoreadas o tratadas para prevenir este tipo de cáncer. La mayoría de las organizaciones médicas sugieren comenzar con las pruebas de Papanicolaou de rutina a la edad de 21 años y repetirlas cada pocos años.

Mantené relaciones sexuales seguras. Reduce tu riesgo de cáncer de cuello uterino; toma medidas para prevenir las infecciones de transmisión sexual, como usar un condón o algún método anticonceptivo de barrera, cada vez que tengas relaciones sexuales.

No fumes. Si no fumas, no empieces a hacerlo ahora. Si fumas, habla con tu médica/o acerca de estratégias para lograr dejar de fumar. 

Tratamientos

El tratamiento puede incluir cirugía, terapia de radiación, quimioterapia, terapia dirigida (se utilizan medicamentos u otras sustancias a fin de identificar y atacar células cancerosas específicas sin dañar las células normales.)

La inmunoterapia es un tratamiento para el que se usa el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer. Se utilizan sustancias elaboradas por el cuerpo o producidas en un laboratorio para impulsar, dirigir o restaurar las defensas naturales del cuerpo contra el cáncer o una combinación de estos.

El tratamiento dependerá del tamaño del tumor, si el cáncer se ha propagado o si usted quisiera quedar embarazada más adelante.