cáncer colorrectal

El cáncer colorrectal (CCR) o también más conocido como cáncer de colon, es un problema de salud pública a nivel mundial, afectando tanto a hombres como a mujeres.

Nuestro país no escapa a dicha problemática, con una incidencia de 13.500 casos cada año lo que lo convierte en el tercer cáncer con mayor prevalencia (luego del cáncer de mama y próstata) y el segundo en mortalidad (luego del cáncer de pulmón).

¿Qué es?

Es el cáncer que se origina en el colon o el recto (intestino grueso).

Suele comenzar como un crecimiento en el revestimiento interno del colon o del recto. Estos crecimientos son referidos la mayoría de las veces como pólipos.

Algunos tipos de pólipos pueden convertirse en cáncer con el paso del tiempo (por lo general 10-15 después), pero no todos los pólipos se convierten en cáncer. La probabilidad de que un pólipo se vuelva canceroso depende del tipo de pólipo.

Los dos tipos principales de pólipos son:

  • Pólipos adenomatosos (adenomas): estos pólipos algunas veces se transforman en cáncer. Debido a esto, los adenomas se denominan afecciones precancerosas.
  • Pólipos inflamatorios y pólipos hiperplásicos: estos pólipos son más frecuentes, pero en general no son precancerosos.

La etapa (extensión) de un cáncer colorrectal depende de cuán profundamente crece en la pared (la pared intestinal tiene varias capas) y si se ha extendido fuera del colon o del recto (a órganos cercanos o que contactan con el instestino grueso o ganglios linfáticos de la región donde se encuentre en tumor).

Dentro de los tipos de cáncer de colon podemos encontrar:​

1) Adenocarcinomas: Representan alrededor del 96% de los cánceres colorrectales. Se originan en las células que producen mucosidad para lubricar el interior del colon y del recto.

2)Tumores carcinoides: Estos tumores se originan a partir de células especializadas productoras de hormonas en el intestino.

3)Tumores estromales gastrointestinales: Se originan de células especializadas de la pared del colon llamadas células intersticiales de Cajal. Algunos no son cancerosos (benignos). Estos pueden ser encontrados en cualquier parte del tracto digestivo, aunque no son tan comunes en el colon.

4) Linfomas: Tumores cancerosos en las células del sistema inmunológico. La mayoría de éstos se originan en los ganglios linfáticos, pero también pueden comenzar en el colon, el recto donde se encuentra tejido linfoide asociado a mucosa.

5) Sarcomas: es un tipo de cáncer que se origina en tejidos como los huesos o los músculos.

Síntomas​

Muchos de estos síntomas son causados por afecciones distintas al cáncer colorrectal, no obstante, si tiene cualquiera de estos problemas, es importante que consulte con su médico de inmediato:

  • Un cambio en los hábitos de evacuación como diarrea, estreñimiento o reducción del diámetro de las heces fecales (excremento) por varios días.
  • Una sensación de necesitar ir al baño que no desaparece después de haber tenido una evacuación intestinal.
  • Sangrado rectal con sangre roja brillante.
  • Sangre en las heces fecales que puede causar que las heces se vean oscuras.
  • Cólicos o dolor abdominal.
  • Debilidad y cansancio.
  • Pérdida inexplicable de peso.

Muchos factores relacionados con el estilo de vida han sido vinculados al cáncer colorrectal:

  • Sobrepeso y obesidad.
  • Inactividad física
  • Tipos de alimentación (un alto consumo de carne roja y carnes procesadas)
  • Tabaquismo
  • Consumo de alcohol en grandes cantidades.

Detección temprana

El CCR clásicamente se presenta en individuos mayores de 50 años, aunque en los últimos años se ha visto un aumento de casos en personas más jóvenes lo que lleva a replantear actualmente la edad del inicio del rastreo de la enfermedad.

A partir de los 50 y hasta los 75 años es necesario que todas las personas, aunque no tengan síntomas, se efectúen chequeos regulares para detectar y extirpar los adenomas o detectar y tratar el cáncer colorrectal en una etapa temprana; y en caso de antecedentes personales o familiares de CCR el inicio de los controles debe ser más precoz.

Las pruebas de detección se realizan como parte del proceso de determinar la presencia de cáncer o precáncer en las personas que no presentan ningún síntoma de la enfermedad.

Las pruebas periódicas de detección del cáncer colorrectal son una de las armas más poderosas contra el cáncer colorrectal.

La pruebas de detección iniciales que se pueden realizar son:

  • Sangre  oculta en materia fecal y  ADN en materia fecal (solo se necesita una muestra de materia fecal y se puede hacer en el domicilio del paciente).
  • Estudios por imágenes: colonoscopia, sigmoidoscopia (se hacen bajo anestesia, en algún centro de salud,  en general a cargo de  gastroenterología y se observa la pared intestinal como también tomar muestra de lo que se observe).

Tratamientos

Va a depender de la etapa y extensión del tumor y tipo del mismo.

  • Cirugía
  • Radioterapia
  • Quimioterapia
  • Terapia dirigida: a medida que los investigadores aprenden más sobre los cambios de los genes y las proteínas que contribuyen al desarrollo de cáncer colorrectal, se desarrollan medicamentos más recientes para combatir estos cambios de manera específica. Los medicamentos de terapia dirigida funcionan de distinta manera que los que se usan comúnmente en la quimioterapia.
  • Inmunoterapia: es el uso de medicinas para ayudar al sistema inmunitario de una persona para que reconozca y destruya las células cancerosas más eficazmente. Esta terapia se puede utilizar para tratar a algunas personas con cáncer colorrectal avanzado.